EL PRESENTE DEL AGUA

Por Itzcóatl Jacinto

En el imaginario popular, suele relacionarse la crisis del agua con los escenarios y situaciones de la serie de películas Mad Max, sobre todo, con la lanzada en 2015, Mad Max: Fury road. Así, la hipérbole marca nuestro pensamiento respecto a un tema que tiene mucho de futuro, pero más de actualidad. El acceso a agua de calidad y en cantidad suficiente es un primer aspecto que delinea esta problemática pues vastos sectores poblacionales carecen hoy de este recurso para satisfacer necesidades cotidianas, teniendo que trasladarse en algunos casos a distancias considerables para conseguirlo. Al respecto, cabe resaltar el trabajo que llevan a cabo mujeres adultas, niñas y adolescentes para proveer de agua a sus familias, y lo que les cuesta en términos de tiempo y esfuerzo para dedicarse a otras actividades que les permitan desarrollarse individualmente.

Los determinantes del acceso al agua tienen que ver más con la organización social, política y económica, que con circunstancias ambientales. Ahí se encuentran las raíces de las injusticias que definen a quienes sólo tienen que abrir una llave para que el agua corra y a quienes deben enfrentarse con sus vecinos por la llegada de una pipa. Con las decisiones de inversión en infraestructura hídrica, de otorgar concesiones para extracción o de los cortes de servicio para regular la escasez, se privilegia a estratos sociales, pero, en especial, a aquellos grupos que tienen la posibilidad de ejercer presión sobre las autoridades. Por este motivo, presenciamos o nos encontramos en escenarios en los que colonias populares viven sin agua mientras la industria no detiene su producción, aun cuando a diario emplea cantidades ingentes.

Por otra parte, es necesario hablar de la contaminación de los cuerpos de agua, la degradación de los ecosistemas que permiten la recarga y la retención de humedad, la influencia del cambio climático, los procesos de erosión de los suelos y la desertificación. Cada uno de estos problemas ambientales conlleva prácticas económicas y políticas asociadas a los modos de apropiación de la naturaleza que requieren de discusión para visibilizarse con el fin de transformarlos. La presencia de microplásticos en el agua potable o el aumento de la frecuencia de sequías más intensas y prolongadas requieren de explicaciones que profundicen en las causas, sin que se abandone el análisis de sus consecuencias en el bienestar. Además, es importante poner a revisión el planteamiento de las respuestas sociales, gubernamentales y económicas a los diferentes componentes de la crisis hídrica, al tiempo que conviene prestar atención a las perspectivas que se colocan en este asunto desde diversos campos, como la educación, el arte, las ciencias sociales, la ecología, la ingeniería, entre otros.

Tales son los términos y preocupaciones en que se busca asentar este espacio de debate y difusión del presente del agua. Las cuestiones que aquí se expongan trazarán una ruta de entendimiento sobre la crisis que no está por venir, sino que se vive ya desde hace algunos años, pero que puede recrudecerse en el futuro inmediato de continuar las omisiones en la conversación pública, la actuación del Estado y el comportamiento de la industria.

Pixabay
Más artículos
La Bibliosmia