"Si el resultado de esta decisión como distintas voces afirman, lleva a la demolición del INE, beberé la cicuta, […] siendo mi potestad jamás votaría por la sobrerrepresentación de nadie, pero no es mi potestad, no se defiende la República rompiendo el orden republicano.”
Dr. Uuc-Kib Espadas Ancona, Consejero del INE
El 23 de agosto de 2024 se presentaron y aprobaron los acuerdos del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) mediante los que se distribuyen los diputados y senadores de representación proporcional; esto, tras una larga discusión, intentos de modificación, berrinches inútiles y rudezas innecesarias. Dice el viejo adagio “en política no hay sorpresas, sólo sorprendidos”: los partidos políticos de Fuerza y Corazón por México se vieron rebasados por una realidad que no correspondía a lo que pensaban, pero no fue una sorpresa, ellos simplemente fueron los sorprendidos.
Morena ha mostrado una facilidad impresionante para hacer visibles las fallas del Sistema Político-Electoral, utilizándolas a su favor. El acuerdo no sorprendió a nadie, más allá de las acusaciones de presión por parte de la Secretaría de Gobernación, o la falta de tacto de algunos en la discusión, podemos decir que la cuatroté ha conseguido un triunfo insospechado en las urnas y ha sentado un precedente peligroso para el futuro del país: si no se cambia la forma de designación de diputados y senadores por representación proporcional podríamos volver a estar ante un escenario de mayorías aplastantes en el futuro cercano, como el que tendremos en la próxima legislatura.
Dejando de lado la narrativa morenista por un momento, revisemos qué tan cierta era la narrativa de la oposición al reclamar una subrepresentación derivado de la designación de diputaciones plurinominales. Es cierto que la objetividad no es el objetivo de quienes se sentaron en la mesa a aventar sus discursos en la sesión del Consejo General. Pero neta que ya ni la chingan. Argumentos ramplones, ataques sin fundamento, comentarios sesgados que se caen a la primera revisión medianamente seria. Aquí nos vamos a poner medianamente serios y revisaremos algunos argumentos.
Siguen sin saber perder
Decía Víctor Sondón, quien parece villano de cómic, que el Verde y el PT no ganaron distritos, que los ganaron con los votos de Morena. Esto es medianamente cierto, pero aquí había reglas que TODOS conocían. Al parecer a Dos Caras antes del accidente se le olvida que en los convenios de coalición se establecen cuáles distritos encabeza qué partido; a partir de esto, y ya con los triunfos electorales verificados, el INE revisa la afiliación efectiva de cada candidato ganador y establece si no están registrados en alguno de los otros partidos. En esta ocasión le asignaron 21 diputados más a Morena derivado de esta revisión, restándole 17 al Verde y 4 al PT.
Lo anterior quiere decir que, para efectos de la revisión de sobrerrepresentación, Morena no empezaba con 161 diputados de Mayoría Relativa, sino 182, lo cual después de la primera asignación de diputados de representación proporcional generó una sobrerrepresentación en 12 curules, quedando reducido Morena a 257 diputados. Los 12 diputados se distribuyeron entre los demás partidos.
Sobre el argumento de que ganaron con los votos de Morena veamos algunos ejemplos: primero el Verde, en San Luis Potosí fue el partido más votado a nivel estatal (seguido de Morena) y en 6 de los 7 distritos fue el partido con más votos de la coalición Sigamos Haciendo Historia (SHH). Digamos entonces que el Verde se llevó 5 distritos en San Luis Potosí[1];
En Chiapas, el Verde fue segunda fuerza estatal y fue el más votado en un distrito; en Quintana Roo también fue segunda fuerza política y en Oaxaca tercera muy cerca del PT. Por cierto, en Baja California, Baja California Sur, Nayarit, Tamaulipas, Tabasco, Guerrero, Tlaxcala, Hidalgo y Puebla, el Partido Verde tuvo más votos que el PRI o que el PAN. Digo si vamos a decir babosadas que diga las que no le convienen también. Aquí estamos omitiendo al PT, que tiene menos fuerza que su aliado, pero dado el sistema y las reglas del juego sus triunfos son legales.
¿Por qué digo que este argumento es una babosada? La forma en que se reparten los escaños de representación proporcional deriva de la votación nacional de los partidos y sólo se cruza con los distritos de mayoría relativa ganados para verificar si existe sobrerrepresentación, que como ya se dijo, existió y se realizó la redistribución correspondiente.
Revisemos la distribución de diputados de representación proporcional y contrastémosla con la votación nacional emitida (que es la que cuenta para los fines de la distribución).
Tabla 1. Distribución de diputados de representación proporcional
Partido | Diputados de RP | %VNE | % Diputados RP |
PAN | 40 | 18.04% | 20.0% |
PRI | 26 | 11.89% | 13.0% |
PT | 13 | 5.80% | 6.5% |
PVEM | 20 | 8.90% | 10.0% |
MC | 26 | 11.66% | 13.0% |
Morena | 75 | 43.59% | 37.5% |
Total | 200 |
Como podemos ver, si comparamos los porcentajes de votación con los de diputados de representación proporcional, los partidos obtuvieron porcentajes aproximados y dado que se redistribuyeron los diputados que le sobraban a Morena por sobrerrepresentación, los partidos aumentaron su porcentaje de diputados plurinominales.
Hablando de babosadas…
Uno de los más beligerantes discursos recetados en el Consejo General fue el de Dante Delgado, el Lex Luthor de la política mexicana (para seguir con la temática de villanos). Su argumento principal es que consiguieron el 11% de los votos y que solo tendrán 5% de los escaños, lo cual es cierto, pero se le olvida que solo ganaron un distrito, UNO. Es decir para que obtuvieran su ansiado 11% tendrían que darle 31 diputados más. Pues, ¿de dónde?, es cierto que en la sumatoria total MC es el partido más castigado, pero sin triunfos no hay correlación. En realidad, Dante está algo molesto porque le aplicaron la paridad y no va a ser senador. Aunque siendo honesto no sé cómo alguien puede decir que representa la nueva política si lleva treinta años viviendo del presupuesto.
Marco Mendoza, representante del poder legislativo por el PRI y Hugo Strange pirata, dijo que: “la Representación Proporcional no debe estar condicionada a acuerdos de coalición o convenios entre partidos, sino que debe ser un reflejo fiel de los votos emitidos por la ciudadanía”. Se tropieza con su propia lengua porque si hablamos exclusivamente de la representación proporcional, la distribución le da más diputados a la oposición por la sobrerrepresentación que se llevó Morena, como se puede ver en el cuadro anterior.
Ustedes no saben ganar
Uno de los momentos más graves de la sesión del consejo fue la amenaza de Sergio Gutiérrez Luna (que sería algo así como Él de las Chicas Superpoderosas) de proponer juicio político contra los consejeros que votaran en contra del dictamen. Yna acción que le valió la reprimenda de Fernández Noroña (Noroña, mamón) y otras personas, en un momento que se resume como ya ganaste, no tienes por qué patearlo en el piso.
No es nueva esta actitud, también es peligrosa: como se le dijo a Sergio Gutiérrez nadie puede ser amenazado por el sentido de su voto, congruente o no, a este paso va a amenazar a todos los de la oposición por votar en contra de cualquier cosa que proponga Morena.
Si Morena pretende trascender más allá de unos cuantos años deberá aprender a controlar a estas personas que supuran rencor cada vez que hablan.
Citando al clásico “un gran poder, conlleva una gran responsabilidad.
No me gusta, pero esa es la realidad
Una de las voces que más buscaron meter la sensatez en la discusión fue el consejero Uuc-Kib Espadas, mencionó algo que me parece importante:
"El orden constitucional no es proporcionalista, no da al voto de cada candidato, reitero, el mismo peso más allá del día de la elección. Sus resultados son injustos, sus disposiciones no son igualitarias, se trata de una constitución autoritaria en la conformación de la representación parlamentaria, es verdad. No es lo mejor para la diversidad política y social de este país, pero hoy es mandato constitucional"
Este argumento me parece que aclara un punto muy importante, el objetivo de la representación proporcional en el sistema mexicano no pretendía hacer más democrática la designación de curules, era una forma de integrar las voces sin darles mucho peso, ese fue el juego que inventaron y en el que han perdido. En lo personal tampoco estoy de acuerdo con que exista esta sobrerrepresentación, el sistema mixto en el que vivimos jamás va a reflejar plenamente la voluntad popular, simplemente porque no está diseñado para hacerlo.
La consejera Dania Ravel Tomó una postura similar:
"Es decir, la sobrerrepresentación no se mide respecto de las coaliciones y eso es incorrecto porque la unión de dos o más partidos políticos constituyen una nueva fuerza política y al dejar de medir la sobrerrepresentación de estos partidos en su conjunto puede ocasionarse que una sola coalición tenga mayoría absoluta en la Cámara de Diputados y Diputadas y que, en consecuencia, el resto de partidos o coaliciones tengan una participación casi testimonial en las decisiones que se tomen, lo que implica una falta de representación efectiva para un sector de la ciudadanía.
En ese contexto, para efectos del cálculo de sobrerrepresentación, lo correcto sería verificar el límite para la asignación de diputaciones por representación proporcional, considerando la votación de los partidos integrantes de la coalición, como si se tratara de un solo partido político, esto debido a que de esta forma se asegura que la voluntad popular emitida en las urnas, se refleje de la manera más fiel.
[…]
En este sentido, sin duda la legislación debería de hablar de coaliciones y no de partidos políticos, para considerar la sobrerrepresentación como lo hace ahora. Sin embargo, ésa será tarea del legislador, porque hoy el texto constitucional habla de partidos políticos y la Sala Superior ya ha hecho pronunciamientos con relación a la posibilidad de interpretar la fracción IV y V del artículo 54 constitucional, referida a coaliciones y no a partidos políticos, y ésta interpretación no ha sido favorable".
De esta argumentación podemos ver que la posición del INE era complicada, no solo implicaba romper con años de interpretaciones dentro del Consejo, también implicaba contradecir criterios del Tribunal Electoral.
Numeritos, numeritos
El Consejo General del INE se enfrentó a una de las decisiones más complejas de la historia democrática reciente del país, donde no había una salida obvia o correcta. Y eso es lo más grave del asunto: la determinación del Instituto a la que se añadió el Tribunal no es incorrecta, pero podría ser tomada como injusta, y eso, al final de cuentas es un problema.
El Consejero Arturo Castillo dijo “entre la justicia y la ley siempre debe privar la ley. La función de las autoridades administrativas no es redefinir el sistema para adaptarlo a las circunstancias políticas del momento o a modelos teóricos o doctrinales de democracia, sino garantizar que se aplique la ley, ni más ni menos[2]
Ese es el problema, la ley no es justa y apenas se dieron cuenta los partidos en la oposición. Aunque pudiéramos estar de acuerdo que el papel de una autoridad administrativa no es modificar el sistema, el INE no siempre actúa como autoridad administrativa, también tiene facultades para interpretar la ley, lo mismo que el Tribunal.
Las Consejerías del INE tendrán que asumir su responsabilidad ante el tribunal histórico y demás frases trilladas que se dicen en estos casos. Es, sin duda, un momento desafortunado. Darle la mayoría calificada a Morena significa que retrocederemos 40 o 50 años en nuestras instituciones, no habérsela dado rompería la institucionalidad, al generar un criterio adicional que no se tenía previsto en el acuerdo original, es el cuento de nunca acabar
No considero que Morena debiera tener una mayoría calificada en la Cámara de Diputados, pero no sé si los partidos de oposición debieran ser premiados con las diputaciones de representación proporcional que se le tendría que quitar a Sigamos Haciendo Historia después de la pésima campaña y candidatos presentados. Si vamos a empezar con los disparates propongo que se le dejen 300 diputaciones a la cuatroté y quitemos los plurinominales a Fuerza y Corazón por México y rifemos esas diputaciones entre ciudadanos sin afiliación partidista. Porque quienes no quieren ni a unos, ni a otros son los que realmente no están representados en realidad.
Aquí es donde se distorsiona todo: por una parte, Morena tiene más del 80% de los distritos de mayoría relativa, tiene derecho a plurinominales, su alianza tiene la mayoría calificada. Por otra parte, la oposición al no ganar esos distritos se ve subrepresentada porcentualmente, no calcularon nunca que ese sería el precio que tendrían que pagar. O tal vez sí y prefieren vivir del presupuesto que vivir en el error.
No me atrevería a decir que la ciudadanía no entiende cómo funciona la votación para diputados y senadores, pero no sé si seamos conscientes de la profundidad que alcanza nuestra elección. La complejidad y misterio que encierra la fórmula de asignación de diputaciones de representación proporcional, así como la poca difusión que se le da hace menos claro todo. Esa es una ventaja de la mayoría relativa, el que tiene más votos gana. No quiero decir que el sistema deba cambiar totalmente, pero sí debe ser evaluado y mejorado para no generar nuevos sesgos.
La República tiene que ser defendida, pero no sólo de quienes tienen el poder actualmente sino también de quienes lo perdieron y están desesperados por no terminar en el basurero de la historia.
En la plenitud del pinche poder, ¿por qué no?
Para hacer más miserable el asunto, Morena y aliados lograron hacer peor, algo que ya parecía malo. En un acuerdo entre coordinadores de grupo parlamentario el partido Verde y de Morena se le transfirieron suficientes diputados a este último para que tuviera la mayoría absoluta la Cámara de Diputados, condición que le permitirá controlar la Junta de Coordinación Política durante toda la legislatura. Mientras en el Senado cooptaron a dos legisladores del PRD que entraron por primera minoría para que se integraran al Grupo Parlamentario de Morena. En estricto sentido, esto sí es modificar el resultado de una elección y trastocar una distribución de curules ya de por sí medio torcida.
Empezando por los diputados, aunque en origen la práctica de ponerse a cambiar de bancadas al inicio de una legislatura ha sido una práctica usual, esta descarada acción resultará en que Morena pueda hacer lo que quiera en la Cámara, sin haber logrado una verdadera mayoría. Por otra parte, más grave aún, es lo que sucedió en el Senado, pero hay que explicarlo un poco más a detalle.
Primero, la Cámara de Senadores representa a los estados en igualdad de circunstancias, tres por cada entidad, agregándole la sal de la Representación Proporcional. Segundo, los senadores se eligen siguiendo un principio combinado, dos de primera mayoría y uno de primera minoría, esto es, cada partido postula dos fórmulas con candidatos titulares y suplentes, el partido o coalición con más votos mete a sus dos propuestas al Senado (Mayoría Relativa) y el partido o coalición que queda en segundo lugar tiene uno de primera minoría. Esta distribución permite que en cada estado exista una representación de grupos minoritarios identificados con proyectos diferentes al de la fuerza política con más peso.
Los senadores que decidieron pasarse a la bancada de Morena están modificando de fondo la voluntad popular, dejando sin representación a las personas que votaron por ellos, minando la pluralidad política que debería ser la base de un legislativo útil.
Aquí hay una pregunta de fondo que podría modificar el sentido de la elección de legisladores: ¿los diputados y senadores electos tienen la facultad de inscribirse en una bancada que no es la del partido que postuló y por el cual fueron electos? ¿Esto tergiversa la elección y deja sin representación al sector de la población que votó por una opción política distinta a la que tiene más representación?
No estamos hablando de la libertad que tienen los legisladores y legisladoras para decidir y votar en una circunstancia dada, que es una de las bases mínimas de un poder legislativo. Pero en un escenario tan polarizado y donde hay dos evidentes grupos opuestos en este caso no parece que sea lo justo un cambio de bancada aun cuando los cambios de grupo parlamentario siempre han formado parte del folclor legislativo y que los legisladores en cuestión fueron postulados por el hoy difunto PRD.
Plot twist: La reforma judicial va
Ya entrados en gastos una vez que salió el acuerdo del Consejo General del INE ratificado por el Tribunal Electoral la legislatura saliente votó el dictamen de la reforma al Poder Judicial, la cual merece un escrito propio, por ser altamente cuestionable y cuyos objetivos parecen más políticos que realmente mejorar la impartición de justicia en el país.
Con la mayoría calificada en la Cámara de Diputados una vez integrada la nueva legislatura procedió a aprobar el dictamen. Quedaba la esperanza que aún con la Cámara Baja aprobando la reforma, en el Senado le faltaban votos a la cuatroté para la mayoría calificada. Esto se solucionó corrompiendo al más corrompible de los Legisladores, Miguel Ángel Yunes, además de poner en un limbo a otro senador de Campeche perteneciente a la bancada de MC. Con un desaseo legislativo inverosímil la reforma judicial quedó aprobada en menos de un mes, sin un atisbo de moderación o reflexión.
La República se está desbaratando, o quizás nunca existió.
Tómate esta cicuta conmigo[3] , y en el último trago nos vamos
La ahora desafortunada frase del consejero Espadas podría extenderse en su alcance, puede que no demuelan al INE en el futuro inmediato, pero sí a la República, lo que haría el papel del Instituto testimonial ante un gobierno-partido-Estado donde las decisiones se toman desde la Presidencia o La Chingada. En este caso la figura de un Instituto Electoral autónomo sería irrelevante y aunque siguiera existiendo sería como la Comisión de Elecciones de Venezuela.
¡Sale una cicuta en las rocas para el consejero![4]
Daniel Plata Torres (@danielplatat) es politólogo por la UNAM.
[1] Uno de los distritos ganados por la SHH tuvo mayor votación de morena que del verde y el distrito perdido tuvo más votos del verde que de morena.
[2] Personalmente no sé si me convence del todo esta postura, pues la justicia debe ser el fin último de las leyes.».
[3] Frases que José Alfredo Jiménez nunca dijo Cfr. https://www.youtube.com/watch?v=5fNTGGz_T74
[4] Se sugiere revisar los siguientes documentos:
Versión estenográfica de la Sesión Extraordinaria del Consejo General, 23 de agosto de 2024: https://centralelectoral.ine.mx/2024/08/23/version-estenografica-de-la-sesion-extraordinaria-del-consejo-general-23-de-agosto-de-2024/
Acuerdo INE/CG2129/2024 disponible en: https://repositoriodocumental.ine.mx/xmlui/bitstream/handle/123456789/176370/CGex202408-23-ap-4.pdf
Acuerdo INE/CG2130/2024 disponible en: https://repositoriodocumental.ine.mx/xmlui/bitstream/handle/123456789/176369/CGex202408-23-ap-5.pdf