The suburbs of Los Mochis, Sinaloa, Mexico, de Daniel Ramírez, via Wikimedia Commons

Oye, ¿y el Rocha?

Por Omar Garfias

Este es un adelanto del número de diciembre de 2024 de la Revista Presente.

El 15 de septiembre de 2022 asesinaron a un chofer de camión mientras trabajaba en Culiacán. Cuatro días antes otro trabajador del volante había recibido disparos justo cuando conducía frente al palacio municipal.

No es motivo de alarma, es un suceso que ocurre aquí, ocurre en Nueva York, ocurre en Europa, etcétera” respondió Ruben Rocha Moya, gobernador del estado.

Lleva tres años en el Gobierno del Estado de Sinaloa.

En vivienda, no ha hecho nada.

La carencia más grave es la del hacinamiento, familias que viven en uno o dos cuartos y son tres o más personas por habitación. 

Ciento cincuenta y seis mil sinaloenses padecen ese problema, según el informe más reciente del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, CONEVAL. Nueve mil más que antes que empezara la administración rochista.

En tres años ninguno de ellos ha tenido apoyo ni hay programa para superar esa condición de pobreza.

Ninguna casa nueva

En tres años, el gobierno del estado ni siquiera ha empezado a hacer el programa estatal de vivienda que establece la ley. No hablamos de  terminarlo, ni de estarlo aplicando para garantizar el derecho constitucional a la vivienda. No, estamos hablando de que no lo han empezado a hacer.

Lo confiesan en el tercer informe: “Por la relevancia que representa contar con este programa, se llevó a cabo la primera sesión ordinaria del Consejo Estatal de Vivienda de Sinaloa, en la cual se presentaron los avances en materia de vivienda que se tienen en Sinaloa, exponiendo las carencias que existen para aplicar de forma efectiva la Política Estatal de Vivienda e iniciar la elaboración del programa.”

El estudio del INEGI y CONEVAL halló  34 mil personas con casas de muros de cartón o plástico, esto es, 16 mil más que en la medición pasada, en 2020, cuando gobernaba otra administración.

Tampoco hay beneficiarios, en tres años del gobierno estatal, con los muros firmes que necesitan, ni siquiera existe un presupuesto programado.

En 2022, 59 mil sinaloenses vivían con piso de tierra, siete mil más que en 2020.

Así mismo, 38 mil habitaban con techos de cartón, diez mil más que dos años antes.

En el primer informe de gobierno no se da cuenta de ningún beneficiado con un piso o con un techo firme. El segundo informe, menciona que existía un presupuesto para construir 284 acciones, que ayudarían a unas mil personas, pero, en la fecha de entrega del documento, aún no había construido ninguna.

En el tercer informe, igual, ningún beneficiario y señala que cuentan con dinero para construir 360 techos y 26 pisos pero que aún no los hace.

Al iniciar su gobierno recibió terrenos para los desplazados por la violencia, tres años después tampoco ha construido esas casas.

Los presupuestos en beneficio del pueblo con carencias de vivienda es inexistente ó insignificante.

Ningún pobre ha sido apoyado para que deje de vivir hacinado o con muros de cartón.

Escasísimos apoyados con techos y pisos.

Si, como lo está haciendo este gobierno estatal, cada tres años apoya a solo 2 mil 400 de los 38 mil sinaloenses sin techo, dentro de  48 años se superaría el problema.

Si cada tres años apoya a solo 280 de los 59 mil sinaloenses que viven en casas con pisos de tierra, dentro de  632 años se superaría el problema.

Treinta y dos mil viviendas de familias pobres necesitan un estufa ecológica que evite que respiren humo al cocinar y ha apoyado, en dos años, a solo 390 de ellas. A ese ritmo, en 164 años se superará el problema.

El gobierno del estado no invierte en la vivienda de las familias pobres.

Los deja solos.

Los pobres tienen que mejorar su vivienda pobre con sus pobres recursos.

Algunos ayuntamientos apoyan con algo de sus más reducidos presupuestos.

También hay un problema de “contratismo”.

Presupuestos tan menores para hacer obras tan sencillas es mucho más eficiente ejecutarlos por autoconstrucción, alcanza para más, donde se le entregan los materiales a los beneficiarios y ellos, con asesoría y supervisión, mejoran su vivienda.

La mayor disminución de la carencia de un piso firme en el país sucedió en Sinaloa entre 2008 y 2010, cuando dejó de afectar a 177 mil sinaloenses. Se hizo por autoconstrucción. El problema disminuyó de 219 mil a 42 mil personas. Un récord nacional de reducción de cualquier aspecto de la pobreza.

El gobierno que dice amar al pueblo, no trabaja con el pueblo, prefiere hacerlo con unas empresas constructoras.

La producción de vivienda del sector privado en Sinaloa también se ha caído en los gobiernos de Morena.

La industria de la construcción está en crisis, lo que implica pérdida de empleos y la insuficiencia para satisfacer las necesidades de vivienda.

Según datos oficiales, del Registro Único de Vivienda, en 2018 se construyeron 5 mil 603 viviendas nuevas en el estado.

En 2019, el primer año del gobierno de López Obrador, la construcción cayó a 5 mil 112; en 2020 siguió en descenso, a 4 mil 671; y en 2021, volvió a disminuir, a 4 mil 308.

En 2022, el primer año del gobernador Ruben Rocha, bajó a 3 mil 508; en 2023, la caída  siguió hasta construir solo 3 mil 295.

En lo que va de este año apenas van edificadas 2 mil 602 lo que significa que probablemente no se llegue a las tres mil.

El rezago de viviendas en Sinaloa es estimado por la especialista Mariana Cebreros en 500 mil.

No hay una eficiente política estatal de vivienda.

Cada año va para abajo la producción. Cada año va en aumento el rezago.

La víctima es el pueblo de Sinaloa que ve alejarse su derecho a la vivienda

El personaje

A los veinte años, en 1969, Ruben Rocha, fue elegido secretario general de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México, la organización de los normalistas. En ese entonces, su adversario era el sistema capitalista, concretado en el régimen priísta, y el horizonte a alcanzar era la dictadura proletaria.

Al egresar, trabajaría en Ciudad Obregón, Sonora y en Carricitos, Sinaloa como profesor de primaria.

En 1972 un amplio movimiento estudiantil provocó la renuncia del rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) y se inició un periodo donde las organizaciones y partidos de izquierda encabezaron la institución.

Como parte del Partido Comunista Mexicano, en 1973, a los veintitrés años Rocha Moya inició su participación política en la Universidad Autónoma de Sinaloa. Sus adversarios serían las otras organizaciones de izquierda, el gobierno estatal y las autoridades educativas del gobierno federal. El horizonte: mantener la rectoría y manejo del presupuesto. 

Arribó al grupo en el poder de la UAS.

En 1980 fue electo como secretario general del Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Sección Académicos. De 1983 a 1986 fue diputado local plurinominal por el Partido Socialista Unificado de México.

Entre 1989 y 1992, fue nombrado Secretario General de la UAS, y posteriormente fue elegido rector para el periodo 1993-1997

En 1998 fue candidato a gobernador por el PRD, PVEM y PT.

De 2005 a 2017 fue parte de los gobiernos del PRI. Coordinador de asesores de dos gobernadores, y en un puesto administrativo secundario del ISSSTE del gobierno de Peña Nieto. Cambió de adversarios y de horizonte. Ahora en el grupo en el poder estatal.

En economía y empleo, malos resultados

La actividad económica del sector secundario de Sinaloa (construcción, manufactura, etc) tiene cuatro trimestres seguidos reduciéndose, en contracción. 

Sin tomar en cuenta, todavía, las consecuencias de esta crisis de violencia.

El conjunto de la economía presenta descenso en dos de los últimos tres trimestres reportados por INEGI. 

En el segundo trimestre de 2024, la actividad económica de Sinaloa mostró un movimiento anual de  menos 0.7 por ciento. Disminuyó en comparación a la actividad económica que hubo el segundo trimestre del 2023, de un año antes.

Esto significa que fue de las economías estatales que menos creció entre junio de 2023 y junio de 2024. Ocupó el lugar 29. Abajo del promedio nacional de 2.1.

También disminuyó si lo comparamos con el trimestre anterior, el primero de 2024. Bajó 1.4.

 Es el dato más reciente del INEGI, sin incluir los efectos del Culiacanazo que empezó en septiembre.

La actividad económica de Sinaloa del cuarto trimestre del 2023 fue desastrosa. Retrocedió 4.6 por ciento anual, la peor del país. Muy por debajo del promedio nacional que avanzó, 2.5.

También retrocedió respecto al trimestre anterior, el tercero de 2023, 5.3 por ciento.

El primer trimestre de 2024 no siguió cayendo, levantó, aunque, el segundo trimestre, el siguiente, volvió a caer.

El gobierno del estado, en el tercer informe, da solo los datos del primer trimestre del 2024, el de la recuperación, para hacer parecer que la economía solo está creciendo y mucho.

Lo cierto es que en 2023, de enero a diciembre, la actividad económica estatal sólo aumentó 0.4 por ciento. Abajo del promedio nacional.

El dato de la disminución del sector secundario es evidencia de un gran fracaso: en época de nearshoring, en lugar de crecer, el sector está empequeñeciendo, lo que muestra que no se ha captado inversión de ese tipo a pesar de ser considerada como la novena entidad en cuanto a condiciones para aprovechar la relocalización de empresas, según el Instituto Mexicano de la Competitividad.

El tercer informe del gobierno estatal festeja la “llegada” de inversión extranjera porque presenta incorrectamente la información del Registro Nacional de Inversión Extranjera Directa de la Secretaría de Economía del gobierno federal.

En esa plataforma las empresas registran las “posibles” inversiones, para efectos de iniciar trámites y procedimientos. Son promesas, no hechos. Sus números no dan cuenta de dinero que ya llegó al estado sino de intenciones que se inscriben en una plataforma digital y que, pueden, nunca materializarse.

El dato de llegada real es el del Banco de México que registra lo que en verdad se efectuó.

Por ejemplo, para todo el país, la secretaría de Economía registró, para el tercer trimestre de 2024, inversión extranjera nueva por 2 mil 110 millones de dólares pero, posteriormente, el Banco de México, dio cuenta de la llegada efectiva de solo 511 millones de dólares.

Lo real es que la actividad económica está menguando en Sinaloa, lo real es que no se elaboró un plan para atraer inversiones de nearshoring.

Otros estados dedicaron presupuestos para adquirir tierra, para construir parques industriales; modificaron leyes y reglamentos y, conformaron fondos para fortalecer la educación tecnológica, la capacitación de talentos específicos que demande cada empresa y la creación de empresas locales proveedoras.

En Sinaloa no se hizo nada de eso.

Aquí no hay tierra disponible, ni educación especializada por empresa ni apoyo a los negocios locales para que aprovechen esa oportunidad.

En empleo los resultados también son malos. Aún sin considerar los efectos de la crisis de violencia.

En junio de 2023 había 164 mil sinaloenses que querían trabajar pero, al no encontrar, ya no salían a buscarlo. Un año después la cantidad había subido a 195 mil.

En junio de 2023 había 32 mil sinaloenses que querían trabajar, buscaban empleo y no encontraban. Un año después la cantidad había subido a 36 mil.

En junio de 2023 había 96 mil sinaloenses que necesitaban y buscaban un trabajo de más tiempo que el que tenían  y no lo encontraban. Un año después la cantidad había subido a 128 mil.

En el segundo trimestre de 2024, la Tasa de Condiciones Críticas de Ocupación —que comprende quienes tienen empleos con los tiempos y salarios más bajos — fue de 21.8 por ciento. Esto es, 3.3 puntos porcentuales mas que hace un año.

La Tasa de Subutilización de la Fuerza de Trabajo —que representa a las y los desocupados, subocupados y no económicamente activos disponibles para trabajar— se ubicó en 21.2 por ciento. Esto es, 3.2 puntos porcentuales más que hace un año.

La tasa de informalidad laboral no ha mejorado, se mantiene prácticamente igual que hace un año, el 45 por ciento de los empleados laborando sin seguridad social ni prestaciones.

No hay una eficiente política económica estatal.

Pequeños programas con presupuestos intrascendentes sin visión de largo plazo.

La víctima es el pueblo de Sinaloa que ve alejarse su derecho al empleo y la prosperidad.

Servicios básicos 

La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición Continua 2023 – Sinaloa ENSANUT 2023 reporta que el 16 por ciento de los hogares del país padecen inseguridad de agua, mientras que en Sinaloa ese porcentaje es de 24 para la zona rural y 25 para las ciudades menores de cien mil habitantes.

Salud

El porcentaje de aplicación de la vacuna triple viral SRP a nivel nacional fue de 71 pero en Sinaloa fue de 57.

En la Ensanut 2021-2023, las niñas y niños de 12 a 23 meses y de 24 a 35 meses de edad tuvieron coberturas estimadas por esquema de vacunación completo para la edad de 45 y 32 por ciento respectivamente. En Sinaloa fue de 17 y 25.

Las enfermedades respiratorias agudas han subido de afectar al 30 por ciento de los niños menores de 5 años en 2018 a ser padecidas por el 38 por ciento en 2023.

La aplicación de pruebas de aplicación oportuna de detección de papanicolao en 2012 se realizó al 46 por ciento de las mujeres, mientras que en 2023 solo al 35.

Educación 

ENSANUT Menos del 10 por ciento de las niñas/os de 0 a 35 meses asiste a programas de cuidado o educación inicial y sólo el 71 por ciento de las niñas/os de 36 a 59 meses asiste a preescolar.

El estado fallido

Del 9 de septiembre al 26 de noviembre han asesinado a 483 sinaloenses, según las autoridades locales, y desaparecido a 1 200, según las organizaciones de buscadoras.

Antes de la crisis que hoy capta la atención nacional tampoco gozábamos de paz y tranquilidad.

Estábamos en pax narca.

La “normalidad” a la que nos ofrece, fallidamente, regresar el gobierno estatal no es de paz ni de seguridad ni de tranquilidad.

Es una pax narca que será, como lo prueban los hechos, el preludio del siguiente Culiacanazo.

En esa “normalidad” de 2023, el 99 por ciento de los homicidios dolosos quedaron impunes en Sinaloa.

Es una normalidad en la que pudieron asesinar impunemente a quien quisieron. La cantidad fue la que necesitaron. 

En Yucatán el índice de impunidad para homicidios dolosos fue de 65 por ciento. 34 puntos menos que Sinaloa.

La tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes en ese año, 2023, de “normalidad” en Sinaloa fue de 20 mientras que la de Yucatán fue de dos, según información del INEGI.

El índice de impunidad es elaborado por la organización “México Evalúa” con base en la información del Módulo de Evaluación y Seguimiento que administra la Secretaría de Gobernación, el Censo Nacional de Procuración e Impartición de Justicia Estatales del INEGI y de solicitudes de información pública a los gobiernos locales.

El estudio de “México Evalúa” reporta que el 94 por ciento de los delitos del fuero común quedaron impunes en Sinaloa.

En Michoacán el índice de impunidad para delitos comunes fue de 76 por ciento, 18 puntos menos que aquí.

El índice de impunidad para el delito de desaparición en la normalidad sinaloense fue de 84 por ciento, mientras que en Querétaro fue de 33. Esto es, 51 puntos menos que aquí.

El índice de impunidad para secuestro en la normalidad sinaloense fue de 86 por ciento, mientras que en Querétaro fue de 39. Esto es, 47 puntos menos que aquí.

En 2023, 554 mil 515 personas fueron presentadas ante el ministerio público en calidad de imputadas y/o inculpadas en todo el país, esto significa que luego de la denuncia de una víctima, una investigación de la fiscalía llevó a su detención. De ellos solo 926 fueron presentadas por la fiscalía de Sinaloa. El 0.01 por ciento.

No podía ser de otra forma. Para hacer frente al crimen organizado que es considerado por analistas como el más fuerte a nivel mundial se contrapone una de los sistemas de seguridad pública más débiles del país.

El número de policías, de ministerios públicos y la calidad de equipamiento, de capacitación y de servicios de apoyo son de los más bajos del país, de los últimos lugares.

Por la tasa de elementos de la policía preventiva de las instituciones de seguridad pública estatales, por cada mil habitantes, en el año 2023, ocupamos el antepenúltimo lugar. En Tamaulipas hay 1.2 policías por cada mil habitantes; en Nayarit, 1.3; en Campeche, 1.5; en Tabasco, 1.5. En Sinaloa, 0.3.

Yucatán tiene 600 mil habitantes menos que Sinaloa y su ubicación geográfica no incentiva el tráfico de drogas. Hay condiciones menos difíciles que aquí. Las corporaciones policiacas yucatecas tienen 2 mil 257 elementos dedicados a la función de reacción inmediata, mientras que, en Sinaloa, solo 204. En Yucatán 492 de sus policías locales están dedicados a la investigación policiaca que evita que sucedan los delitos, mientras que, en Sinaloa, ninguno.

Los recursos presupuestales ejercidos, en 2023, por las instituciones estatales de seguridad pública de Yucatán fueron de 3 mil 634 millones de pesos; en Sonora, 3 mil 171 millones. En Sinaloa, 936 millones.

Sonora y San Luis Potosí tienen una cantidad de población ligeramente menor que la de Sinaloa. Las fiscalías de sus estados ejercieron, en 2023, un presupuesto de 1 mil 962 millones y 1 mil 206 millones, respectivamente, mientras que la de nuestro estado solo 821 millones.

La fiscalía de Sonora cuenta con 2 mil 526 servidores públicos. La fiscalía de Sinaloa solo con 1 mil 867.

El año 2023 inició en Sinaloa con 7 mil 258 órdenes judiciales pendientes de cumplimiento y cerró con 7 mil 195. A ese ritmo, en 114 años se abatiría el rezago.

En Sonora, 241 servidores públicos laboran como especialistas en los mecanismos alternativos de solución de controversias, en Sinaloa, solo 56.

No quedó pendiente ninguna solicitud de intervención pericial para auxiliar la investigación de delitos en los estados de CDMX, Sonora, Puebla, Morelos, Nayarit y Aguascalientes, mientras que en Sinaloa quedaron pendientes 6 mil 300.

Hoy vivimos una guerra entre grupos de crimen organizado donde uno de los personajes protagonistas es el propio gobernador

Es un actor central desde que la noche anterior a su elección como gobernador fueron secuestrados decenas de operadores electorales de  sus opositores.

“Oye ¿y el Rocha?”

Esa pregunta se hizo viral en las redes, cientos de miles de vistas y cientos de videos con ciudadanos repitiéndola. Niños festejados por ser graciosos, grupos de jóvenes que la decían coordinadamente, abuelitas que la mezclaban con mentadas de madre.

La pregunta persigue al gobernador. En un avión se la cantó un grupo de mujeres; en sus recorridos se la gritan de lejos y de cerca, enojados algunos, riéndose otros.

Subrayar la ausencia del gobernador es una forma espontánea de inconformidad.

En Sinaloa no habrá forma institucional de expresar la inconformidad social, no sabremos su dimensión.

A diferencia de lo sucedido a nivel federal y en los otros estados donde llegan los gobiernos estatales a la mitad de su periodo, aquí el órgano estatal electoral rechazó la petición ciudadana de celebrar un proceso de revocación de mandato.

A diferencia de Zacatecas y Nayarit dónde los ciudadanos si tendrán el derecho a decidir la continuidad de su gobernador, aquí no la habrá. Es la misma legislación, interpretada de forma diferente.

El gobernador Ruben Rocha dijo lamentar la decisión del órgano estatal electoral pero no la impugnó jurídicamente ni usó un recurso procesal ni alguna estrategia legislativa con el congreso que controla.

“Es un gobernador fuerte que debe continuar porque hay toda una expectativa, pero no está solo, está de la mano de la Federación y, en nuestro caso, con el respaldo de Morena Nacional”, dijo, el domingo 24 de noviembre, Luisa María Alcalde en visita a Culiacán junto con Andrés Manuel López Beltrán.

La declaración de la presidenta de Morena apareció en el periódico local “Noroeste” al lado del titular que decía:

“Luego de cerrar la jornada con más de una decena de asesinatos, la media noche trajo terror a la ciudadanía con decenas de sectores en la ciudad; hubo explosivos y daño en cámaras”

“Culiacán vivió una invasión de grupos de civiles armados durante la madrugada de este lunes 25 de noviembre, con decenas de reportes de diferentes sectores de la ciudad de tiroteos, detonaciones y destrucción de cámaras de videovigilancia.”

“El caos, según reportes de ciudadanos en redes sociales, se extendió desde las 01:30 horas hasta pasadas las 04:00 horas.”

No hubo ningún detenido.

Diez mil elementos de fuerzas armadas federales que han llegado a reforzar desde hace dos meses y una “nueva estrategia de inteligencia” pero esa noche no hubo ningún detenido.


The suburbs of Los Mochis, Sinaloa, Mexico, de Daniel Ramírez, via Wikimedia Commons

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