Putas asesinas contra el canon literario

Por J. A. Durán Robles

El narrador como elemento desestabilizador en los cuentos de Roberto Bolaño: una estrategia para la marginalidad

Roberto Bolaño se ha consagrado como uno de los autores más canónicos de la literatura actual. Su obra se constituye y caracteriza por la preponderancia que da al trato de la marginalidad, pero ¿en qué consiste el tratamiento que le da a este tema? Es decir, ¿cuáles son los recursos o estrategias narrativas que emplea Bolaño y que lo diferencian del trabajo de otros autores? ¿Hay algún tipo de experimentación que permita observar otras dimensiones de la marginalidad que no se hayan visto ya?

Una posible respuesta la encontramos en los narradores de uno de sus libros más ignorados: Putas asesinas. Esta obra reúne trece cuentos definidos por tener dos tipos de narrador. El primero se enuncia desde la tercera persona y está fuera del mundo narrado; sin embargo, tiene acceso al pensamiento de alguno de los personajes. A este tipo de narradores se les puede denominar narradores heterodiegéticos con focalización interna fija. En Putas asesinas , por ejemplo, destacan como personajes focalizados: By Arturo Belano. Este tipo de narrador es desarrollado por medio de tres estrategias discursivas y da cabida a la construcción de la marginalidad en todos los elementos del cuento. Además, ayuda la elección de personajes pertenecientes a sectores relegados de la sociedad, como indígenas o afrodescendientes, homosexuales, personas con trastornos mentales, trabajadoras sexuales, actores porno o asesinos.

Las estrategias para el primer narrador son las siguientes: 1) El uso de las correctio, frases en las que el narrador reafirma o precisa algunas ideas para aumentar su función de objetividad como mediador del discurso narrativo: Y finalmente Henri Lefebvre. B no conoce a Lefebvre de nada. Es el único al que no conoce de nada y su nombre, en aquella librería de viejo, se ilumina de pronto como una cerilla en un cuarto oscuro. Al menos, de esa forma B lo siente. A él le gustaría que se hubiera iluminado como una tea. Y no en un cuarto oscuro sino en una caverna, pero lo cierto es que Lefebvre, el nombre de Lefebvre, resplandece brevemente de aquella manera y no de otra.”. 2) El uso de las generalizaciones, es decir, aquellas correcciones inmediatas que el narrador hace sobre sus propios errores como un recurso que refuerza su objetividad, además de ser presentadas como verdades generales en el relato: “Para los tiburones, para la mayoría de los peces (excepto para los peces voladores), el infierno es la superficie del mar. Para B (para la mayoría de los jóvenes de veintidós años) el infierno es a veces el fondo del mar.”. Finalmente, 3) el empleo de las precisiones, marcadas siempre por aparecer entre paréntesis como un recurso constante del narrador para explicar sus opiniones sobre los actos y pensamientos del personaje B; algunas veces señalando que son erróneas o simplemente contradiciéndolas, mostrando así el choque de perspectivas y la independencia de la voz narrativa: “El paisaje, al principio, ocupa toda la atención de B, que tiende (O eso cree él) a la melancolía, pero al cabo de las horas, las montañas y los bosques se hacen monótonos y B prefiere dedicarse a leer un libro.” “B mira a su padre. Es rubio (B es moreno), tiene los ojos grises y aún es fuerte.”

Esta independencia de la voz narrativa por medio de las estrategias anteriores, incide en la de la marginalidad como un mecanismo que hace que la voz del narrador y su perspectiva esté en constante conflicto con la del personaje focalizado, generando así una inestabilidad en la narración que impide su homogeneidad o imparcialidad que, como es común en los narradores de este tipo, deberían tener al enunciarse desde la tercera persona, pero, al emplear las correctio, las generalizaciones y las precisiones, el narrador se convierte también en un desestabilizador del orden y la continuidad que hay en el mundo narrado. Los narradores heterodiegéticos de Putas asesinas son elementos que ayudan a construir la marginalidad tanto en los personajes como en ellos mismos.

El otro tipo de narrador es al que llamamos homodiegético, el cual participa en la historia como personaje, al tiempo que la relata. Los cuentos desarrollados con este recurso tienen por particularidad un tonotestimonial, es decir, los narradores son testigos de lo que le sucede a otro personaje. De acuerdo con la perspectiva del bolañista Felipe Ríos Baeza,se puede decir que, con esta práctica recurrente en Putas asesinas, Roberto Bolaño hace una crítica a la centralidad y la normalidad. La repetición de este recurso genera un prototipo en la cuentística de Bolaño, lo convierte en un recurso formal. Bolaño lleva la marginalidad hacia los narradores, quienes son los que construyen esos mundos narrativos. Su función principal es ser testigos de lo que realmente importa: la vida del otro, el otro que muchas veces es igual o mayormente marginal que el propio narradorpersonaje (El Ojo Silva, El Pajarito Gómez, Max, Jean-Claude, Buba, José Ramírez); seres extraños, solitarios, aislados voluntariamente del mundo céntrico (ciudad, familia y amigos); personajes que habitan lugares reducidos (pueblos, casas, departamentos) y que se niegan a ser el centro de atención de alguien más, o les parece indiferente (Jean- Claude, Buba, José Ramírez): “Buba hablaba poco porque él era así, y eso era lo que importaba, más allá de una infancia o adolescencia atroz o agradable: la vida de Buba estaba rodeada de misterio porque Buba era así, eso era todo.” De esta manera, lo que se obtiene es un narrador automarginado, aquel que renuncia a sí mismo para ser únicamente un espectador de la vida del otro. Este recurso no es más que la preferencia de Roberto Bolaño por la marginalidad y la existencia de ésta como una crítica constante al canon y a la centralización, atacando desde una de las principales formas constitutivas del relato: el narrador.

Brevedad y desorden contra el canon

El narrador describe el misterio y la incertidumbre que rodea a estos personajes marginales, pero sin explicar el motivo y la razón que los mueve a actuar de esa manera tan particular. La transparencia nunca es permitida y la indescifrabilidad es la mayor regla de Roberto Bolaño. El narrador encarna un espíritu rebelde, que no está dispuesto a continuar con las reglas de lo que se supone debe hacer. Un narrador que, aunque se enuncia desde la tercera persona para brindar mayor objetividad, viola las reglas y se encuentra en una lucha constante de juicios y opiniones sobre lo que observa, a través de la mente figural del personaje focalizado, para destacar su punto de vista frente al del personaje.

Roberto Bolaño siempre lleva al límite tanto a sus personajes como a las historias que estos cuentan. La descentralización es un ejercicio literario que se ejerce constantemente en sus obras; la lucha de Bolaño siempre fue contra un canon literario y contra todas las formas de poder, lucha que llevó a cabo desde sus cuentos, poemas y novelas. Por eso resulta tan curioso ver que se ha convertido en un autor canónico y, por lo mismo, la Academia (así, con mayúscula) lo ha sumido en un sitio de sacralidad en el que no se permite cuestionar todos esos preceptos que existen en la actualidad sobre la literatura y que Roberto Bolaño siempre se cuestionó. La invitación es a leer la obra cuentística y poética de este autor porque pertenece a géneros que han sido dejados de lado en los estudios literarios en general. Roberto Bolaño no es sólo el monstruo de la literatura latinoamericana que creó Los detectives Salvajes o 2666, sino también un escritor sencillo, pero con una pluma sutilísima y con una gran cantidad de recursos narrativos, que se ocultan a una lectura superficial, pero que estánnahí, y que es necesario rastrearlos con lupa para conocer la manera conque Bolaño construyó su universo literario.

Existe la opinión generalizada de que el cuento es un género menor o un género en el que se practica o experimenta para crear novelas u obras más grandes, es decir, se consideran bocetos, y esto le pasa a Bolaño. Por esta razón se indagó en los recursos formales del autor para escribir sus cuentos, pues cada uno de ellos representa una unidad completa y complejísima en la que siempre la semilla y la esencia de las historias será la marginalidad. Putas asesinas es el más representativo de esto. Cada uno de sus cuentos es un manifiesto vivo contra el canon en todos sus aspectos.

Al final de este análisis, sólo pienso en que, probablemente, si Bolaño siguiera vivo, se burlaría de lo que les ocurre a sus cuentos. Sin importar que son sus creaciones más transgresoras, se encuentran al margen, siendo comentadas y estudiadas por una persona cualquiera, en una publicación novel, en unas páginas que probablemente nadie leerá porque preferirá saltar a la siguiente sección.

“Ahora no hay tiempo para aburrirse, la felicidad desapareció en algún lugar de la tierra y sólo queda el asombro. Un asombro constante, hecho de cadáveres y de personas comunes y corrientes…”.

Referencias:

Roberto Bolaño, Putas Asesinas, Alfaguara, 2017.

Felipe A. Ríos Baeza, Roberto Bolaño. Una narrativa en el margen. Desestabilizaciones en el canon y la cultura, Tirant Humanidades, 2013.

«MX MM ROBERTO BOLAÑO» by Secretaría de Cultura CDMX is licensed under CC BY-SA 2.0
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