Memorias de un caracol

Por Belem Hernández

Memorias de un Caracol es una sobresaliente película animada en stop-motion que está dirigida al público adulto, que conmueve profundamente gracias a su brutal honestidad. Su protagonista encarna esas fragilidades y rarezas que, en el fondo, definen nuestra humanidad.

El australiano Adam Elliot escribió, produjo y dirigió durante casi una década esta cinta, la cual tuvo diferentes nominaciones a mejor largometraje de animación, una vez que se estrenó en 2024. Al parecer, Elliot concibe Memorias de un Caracol como una cinta autobiográfica, pues retoma aspectos de su vida personal para darle sentido a la original trama.

A large edible snail: five figures, including a cross-section of the shell. Chromolithograph, 1870. Wellcome Collection. Source: Wellcome Collection.

El filme desarrolla la compleja historia de Grace Pudel, quien, desde una edad más madura, relata pasajes de su niñez y parte de su adolescencia. Es a través de estos relatos que reflexiona sobre distintos episodios de su vida como lo son: la soledad, la depresión, la importancia del contacto humano, la empatía, el amor de hermanos, y la amistad como un salvavidas cuando se pierde el sentido de lo terrenal.

Esta cinta con clasificación R es para personas con estómagos fuertes, ya que Grace pasa por vivencias tragicómicas que, en su mayoría, están envueltas de una oscuridad espeluznante. Lo extraordinario de ver en pantalla este intenso relato es la dualidad de la tragedia y la comedia, pues sólo es un poco más tolerable cada infortunio cuando va acompañado de la ternura que evoca el nivel de detalle representado en plastilina.

Esta historia nos habla sobre lo complejo y doloroso que a veces implica nuestra existencia. La historia va más allá de describir una serie de sucesos trágicos azarosos que Grace tiene que sortear, cual Cándido el optimista de Voltarie[1]. La película busca dar voz a todo aquello que nos hace distintos y vulnerables: el duelo por la muerte de una madre durante el parto de Grace y su hermano gemelo; un padre que intenta sobrellevar el alcoholismo y la depresión tras un accidente trágico; Gilbert, el gemelo de Grace, con tendencias piromaníacas; un magistrado arruinado por su conducta sexual inapropiada; los padres adoptivos de Grace, entregados al estilo de vida swinger; los de Gilbert, atrapados en un fanatismo religioso extremo, y un pretendiente marcado por un fetiche sexual riesgoso.

Una primera lectura de este largometraje es que plasma de manera existencial lo que está roto en nosotros, lo que puede ser cualquier infortunio, o lo que no elegimos, pero se presenta como un desafío, es un recordatorio en el que la diversidad como norma es lo que nos hace iguales. También, es un relato que trasciende las injusticias del azar para invitar a la reflexión sobre qué se puede elegir aun en la adversidad, sin valerse de sentimentalismos, clichés o cursilerías innecesarias. Dice Paul Auster en su Diario de Invierno sobre el azar que: “Piensas que nunca te va a pasar, imposible que te suceda a ti, que eres la única persona del mundo a quien jamás ocurrirán esas cosas, y entonces, una por una, empiezan a pasarte todas, igual que le suceden a cualquier otro”[2]. Esta reflexión se ve reflejada en la línea de vida de Grace, una vez que toma decisiones que la encarcelan en una espiral de complejidades.

Después de tocar fondo, Grace y su mejor amiga Pinky terminan siendo un ejemplo de valentía y fortaleza, validando la metáfora del comportamiento de un caracol, hibernando cuando una parte de su cuerpo se rompe, para seguir caminando una vez que curan las heridas de su concha. Grace, con la ayuda de su amiga, hiberna para curar las heridas del alma, decide no ignorar la adversidad, repara su caparazón para reconstruirse, rehacerse y reinventarse.

Sin duda es una película que no decepciona por lo completa y robusta que es en todos los sentidos, envolviéndote en una estética lúgubre, imperfecta, profunda, pasional, con una calidad tan emocionante como lo es el stop-motion del gran Wes Anderson. Una hora y cuarenta minutos de catarsis inolvidable.

R. Bradley, A philosophical account of the works of nature… Wellcome Collection. Source: Wellcome Collection.

[1] Voltaire. (2004). Cándido (P. M. G. de Souza, Trans.). Editorial Porrúa. (Trabajo original publicado en 1759)

[2] Auster, P. (2012). Diario de invierno (S. L. de la Fuente, Trans.). Editorial Anagrama.


Belem Hernández (@Belem57361390) es Licenciada en Ciencia Política y Administración Pública por la Universidad Nacional Autónoma de México. Tapatía por herencia, puma de corazón.
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