Noboa, al igual que otros líderes contemporáneos, no representa ni construye ningún nuevo sujeto político —como sí sucedía con los populistas de antaño— sino que se limita a una imitación superficial del populismo, a través de un discurso simple, burdo y altanero, enarbolado a través de las redes sociales; siempre atacando, confrontando e insultando a sus adversarios; imponiendo su versión del mundo y afirmando que con su gobierno “comienza una nueva era". Seguir leyendo